El ecologista malagueño Pepe Galindo nos invita en este
artículo a que probemos a cultivar un pequeño huerto, en nuestro
domicilio, incluso aunque sea un piso en una gran ciudad. Así
lograremos, además de una divertida experiencia, contribuir en algo a
mejorar nuestra propia alimentación. .
Al final del siguiente artículo, podrás encontrar un enlace para que puedas descargarte (en formato .PDF) el texto.
Esta es una historia real que demuestra que es posible
cultivar un huerto "ecológico" en tu casa, casi sin importar donde
vivas. Tan sólo necesitas sol, agua y, lo más importante, algo de
interés, entusiasmo y amor a la naturaleza. Un tomate criado por tí de
forma artesana y natural (sin pesticidas, ni herbicidas, ni abonos
químicos) tiene el indescriptible y fantástico sabor de la satisfacción
personal.
Vivo en un piso o apartamento en medio de una ciudad (Málaga,
España), lejos del campo. Siempre he vivido en una ciudad, y mis padres
tampoco han tenido nunca tierras que cultivar. Nunca he tenido
experiencia en la agricultura (excepto ir a vendimiar a Francia), ni
había estudiado nada sobre horticultura. Leí en diversos libros la
posibilidad de cultivar un pequeño huerto urbano: en macetas, neumáticos
viejos... (véase como ejemplo el libro de
Nebel y Wrigth o los trabajos de la organización
ECHO, la cual se encarga de promover esta agricultura por todo el mundo). A partir de ahí me propuse conseguir un pequeño "
huerto urbano y ecológico".
Después de unos dos años (de Enero 2002 a Agosto 2004), los resultados
han sido modestos pero prometedores. Podría decirse que ha sido un
éxito. A continuación expongo mi experiencia y algunas conclusiones,
para animar al lector a ser "agricultor". Si yo lo conseguí, cualquiera
puede hacerlo.
1. Leer, Elegir y Conseguir Material
Dada mi ignorancia en agricultura y horticultura lo primero que hice
fue leerme un par de libros genéricos no muy técnicos, para
principiantes (fáciles de encontrar en cualquier biblioteca o librería).
Además, en la librería encontré el libro "
Frutales en Macetas" de
Peter Klock. Por último, leí el artículo de los miembros de
ECHO Price y Meitzner (ver referencia al final). Ese estupendo artículo demuestra la facilidad de un huerto urbano y de él destacamos lo siguiente:
•
Objetivo: Conseguir un huerto urbano barato y fácil de cuidar, obteniendo una producción meramente
satisfactoria (sin pretender la optimización comercial). Este objetivo les hace rechazar el cultivo hidropónico.
•
Profundidad y Recipientes: Un huerto urbano no requiere mucha profundidad (
shallow bed gardens).
Ellos han demostrado que en 7-15 centímetros de profundidad se puede
plantar casi de todo (zanahorias, tomates, judías, maíz, guisantes,
calabazas, rábanos, berenjenas, pepinos, albahaca, menta...). Las raíces
no requieren mucho volumen si tienen suficiente agua, aire y
nutrientes. Respecto a los recipientes, no hacen falta ninguno. Se puede
hacer un montón con forma de meseta sobre el suelo de cemento o sobre
una tabla y plantar ahí. Por supuesto, se puede hacer un recipiente con
paredes. Ellos han tenido éxito hasta plantando plantas pequeñas
(lechugas, cebollas...) en un canalón de los que recogen el agua de
lluvia de los tejados.
•
Nutrientes y Aire: Lo mejor es plantar en compost
(no usan tierra), aunque también sirven otras mezclas (hierba cortada,
hojas de árboles, malas hierbas, serrín...) que se convertirán en
compost con el tiempo. Incluso, aconsejan usar un fondo con materiales
difícil de corromper y que creen huecos (latas de bebida cortadas,
cáscaras de coco, grava, esquirlas de madera...), con objeto de que las
raíces encuentren el aire que también necesitan. Estos huertos tienen la
ventaja añadida de que su poco peso permite que se instalen en
cualquier lugar (tejados, terrazas...).
- Ejemplo de esquema propuesto
•
Agua: La principal diferencia de estos cultivos
con respecto a los tradicionales es que hay que regarlos muy a menudo
(incluso diariamente o más aún). Si el agua es muy abundante y se tira,
se pierden nutrientes (lixiviación). Para no tener que regar mucho,
proponen usar un fondo estanco, donde se acumule el agua asegurando un
nivel de agua más o menos constante y con al menos 4-6 cm. de suelo por
encima de ese nivel. Conseguir un nivel fijo es simple con un bidón de
agua con un agujero en su tapadera, colocado invertido sobre el fondo de
la balsa, que debe estar delimitada. Esta construcción es muy simple:
Se colocan unos palos en forma de cuadrado, se pone un plástico encima
que formará la balsa, se pone el montón donde se plantará en un lado y
el bidón invertido en otro. Con una cuña levantando el bidón puede
controlarse el nivel del agua. El dibujo adjunto muestra una sección
transversal de este tipo de huertos de poca profundidad con balsa de
agua (
shallow pool gardens ).
- Nuestra terraza, ventana o balcón puede convertirse en un "lugar ideal" para poder cultivar algunas plantas
Los libros aconsejan escoger una ubicación que reciba, al menos, 8-10
horas de luz solar directa. La ventana más soleada de mi casa
(orientación Oeste) recibe sol unas 7 horas en verano (menos en
invierno). Lo ideal es una terraza sin edificios que bloqueen el sol (en
lo alto de un edificio por ejemplo), pero yo no dispongo de ese lujo.
Por simplicidad y para no tener que regar muy a menudo usé maceteros
de plástico más profundos de lo estrictamente necesario (véase foto de
la derecha): Tres de 39 cm. de diámetro y 30 de profundidad (los tres
maceteros de abajo a la izquierda), uno un poco más grande (a la
derecha) y otro más pequeño de 24 y 24 cm. (en negro, arriba a la
izquierda). El más pequeño dio frutos estupendos (véase siguiente foto) y
escogí los grandes porque también quería plantar árboles frutales.
2. Plantar para Recoger
Escoger lo que plantar no debe ser complicado y depende de los gustos
personales, del clima local... Y en cualquier libro es fácil encontrar
la época de siembra para cada especie. En mi caso, estos han sido los
resultados:
- Ejemplo de una espléndida tomatera
• En el macetero grande trasplanté una
higuera (
Ficus carica)
comprada en un vivero (me costó menos que el macetero). En diversos
sitios leí que las higueras se adaptan muy bien al cultivo en macetas y
efectivamente ha sido así. Sin embargo, esta ha sido la única planta de
mi huerto que no ha dado frutos... aún.
• En otro macetero trasplanté una planta de
espárragos
de pocos años. Los espárragos pueden plantarse de semilla pero tardan 3
años hasta que dan la primera cosecha. Yo recogí espárragos el primer
año, aunque el segundo ha sido más generoso. Lo bueno de los espárragos
es que es una planta perenne y pueden durar más de 20 años. En mi caso
la cosecha sólo ha dado para una exquisita tortilla y algunos espárragos
más que acabaron en un puré de verduras. En la foto anterior puede
apreciarse la esparraguera en el macetero grande de la izquierda.
• En el resto de maceteros se plantaron
tomates en
Enero, incluido el macetero pequeño. El resultado son unos tomates
maravillosos de tamaño pequeño-medio, muy sabrosos y abundantes. El
macetero pequeño da unos tomates más pequeños, pero igual de sabrosos y
le quité algunas flores, para no abusar de la pobre planta. En la foto
de la derecha se aprecian los tomates del macetero pequeño.
• En uno de los maceteros, el invierno pasado trasplanté un
melocotonero enano (
Prunus persica).
En la primavera, sus flores rosas alegraron el paisaje (pueden
apreciarse en el segundo macetero de la foto anterior). A pesar de haber
quitado algunas flores, los frutos no fueron muy grandes pero hay que
tener en cuenta que es un melocotonero enano. No obstante, merece la
pena verlos crecer. En la primera foto puede verse un bicho precioso
haciendo la polinización del melocotonero.
3. Abono Natural, Compost y Malas Hierbas
El abono o fertilización de la tierra es fundamental y si no se
incorpora materia orgánica suficiente habrá que utilizar fertilizantes
químicos comerciales. Si el huerto es pequeño será fácil conseguir abono
natural: Estiércol animal es fácil de conseguir (los humanos somos
animales), y convenientemente enterrado no huele. Lo mejor es probar
distintas opciones: Si consigue estiércol de caballo verá que no huele.
Yo también usé el de mis periquitos.
También es fácil hacer
compost un abono
natural ecológico resultante de la descomposición de materia orgánica,
tal y como hace la naturaleza. Hacer compost es simple (búsquelo por
Internet o en algún libro). Para nuestro pequeño huerto urbano podemos
usar un macetero vacío y depositar poco a poco restos orgánicos (basura
orgánica): la piel de una manzana o de otra fruta o verdura, una cáscara
de huevo, hojas secas, una pera que se estaba pudriendo... Vale
cualquier resto orgánico y si podemos partirlo en trozos mejor, pues más
rápida será la descomposición. Esa descomposición puede tener efectos
desagradables (olores y mosquitos), pero puede evitarse depositando los
restos orgánicos poco a poco para que la descomposición se haga
paulatinamente y no de golpe. Si se usan básicamente restos vegetales
sólo habrá unos pequeños e inofensivos mosquitos que revolotearán
siempre cerca del recipiente. Además, es importante que la
descomposición se haga al aire, por lo que si se depositan muchos restos
orgánicos será bueno remover de vez en cuando. Cuando el recipiente del
compost esté lleno, negro y bien descompuesto tendremos un abono
estupendo que no huele y que debe mezclar con la tierra cuando quiera.
La descomposición del compost es más rápida en ambientes cálidos y
húmedos (deposite al sol y riegue si es posible). Evite, en lo posible,
echar semillas al compost ya que al abonar también estará plantando esas
semillas.
Averigüe cuando y cómo es la mejor forma de abonar. En general lo
mejor es un mes antes de la siembra y mezclando el compost con la
tierra, lo cual también sirve como técnica de arado. Por último, si no
puede conseguir abono natural ecológico de forma gratuita, puede
comprarse en cualquier tienda de plantas: El guano es un abono muy
bueno.
Quizás lo mejor es usar varias técnicas de fertilización. Si sobre la
tierra deposita materia orgánica de vez en cuando, ésta se irá
descomponiendo lentamente (aquí hay que tener en cuenta que los
microorganismos descomponedores usan los mismos elementos fertilizantes
que las plantas, por lo que éstos no estarán disponibles hasta la total
descomposición: hasta que obtenemos compost). Se ha demostrado
científicamente que también es práctico regar alguna vez con orina
diluida en el agua pues contiene nitrógeno, fósforo y potasio (en Suecia
se ha usado para el trigo con resultados excelentes).
Las malas hierbas también son un problema, pero la solución es quitarlas
"a mano" para que no compitan con nuestras plantas por el agua y los
nutrientes. Para evitarlas es muy eficaz hacer un acolchado en la tierra
depositando hojas secas sobre la tierra que, con el tiempo, se
convertirán en abono. La regla es "
todo lo que sale de la tierra o se come o vuelve a la tierra ".
4. Otros detalles
El control de plagas y enfermedades puede ser complejo y si ocurriera
deberá averiguar cómo solucionarlo. Yo no he tenido ningún problema aún
y ni siquiera he aplicado la técnica más básica para prevenir: La
rotación de cultivos. Si se plantan alternativamente cultivos de plantas
de distinta familia se reduce el riesgo de padecer este tipo de
problemas.
Cualquier huerto es incompleto si no hay vida animal. Pero la
naturaleza nos sorprende proporcionando esa vida animal gratuitamente y
sin esfuerzo. Mi pequeño huerto se ha convertido en un oasis en medio de
tanto cemento y asfalto. Allí vienen los más variados insectos para
hacer una parada y repostar (véase en la foto superior un insecto en una
flor de melocotonero). Si lo único que sentimos por estos animales es
odio, entonces lo mejor es renunciar a nuestro huerto y seguir
encerrados entre cemento y ladrillo. La vida se abre camino...
¡dejémosla!. En mi huerto vive una pequeña y esquiva lagartija. ¡Quién
sabe qué habría sido de ella sin mi huerto!.
Los maceteros de plástico son baratos pero son mejor los de barro,
porque respetan más la temperatura de la tierra aunque pesan más. Una
solución es cubrir los maceteros para evitar que reciban el sol de forma
directa. En verano tuve que regar a diario los tomates. Hay sistemas de
riego automático muy simples. Otra solución es usar un huerto con balsa
como se explicó anteriormente (shallow pool gardens).
5. Conclusiones
Que sí, que sí, que es posible cultivar tomates o melocotones en una
maceta en medio de una ciudad. No hacen falta grandes conocimientos, ni
grandes inversiones. Que si quieres, puedes. Te encontrarás algunos
problemas que seguro que solucionarás. Algunos vecinos se quejaron de mi
huerto y tuve que cambiar la ubicación inicial. Pero si en las fachadas
de mi ciudad proliferan los aparatos de aire acondicionado colgados,
¿por qué no pueden proliferar los maceteros-huerto colgados? ¿Y en tu
terraza o balcón?.
Quizás, uno de los problemas ecológicos más graves es que en el mundo
hay mucha gente que no cultiva NADA de lo que come ni sabe lo que come,
lo cual nos lleva a la agricultura intensiva. Y si la agricultura
intensiva tiene graves problemas medioambientales, mucho peor es la
ganadería intensiva, lo cual nos puede llevar a investigar las
razones para ser vegetariano o tender hacia el
vegetarianismo.
Con esto ocurre como con la energía: Es necesario descentralizar su
producción. Son mejores pequeñas centrales limpias (solar...) que
grandes centrales sucias (nuclear, térmica...). Igualmente, muchos
pequeños huertos ecológicos (sin buscar el autoabastecimiento), harán
que la naturaleza esté más cerca de nosotros y que nosotros estemos más
cerca de ella.
En San Petersburgo, por ejemplo y a pesar de su clima, se está usando
la agricultura urbana en multitud de terrazas privadas, pero también en
colegios, prisiones, reformatorios... con excelentes resultados. Esa
ciudad no es un caso aislado, pues distintas organizaciones están
fomentando la
agricultura urbana en lugares como
Toronto, Vancouver, Philadelphia, Copenhage, Londres, Georgia, Albania,
Zaragoza, Haití, San Salvador, Bangladesh, Ruanda, Kenia, Zambia y otros
sitios de todos los continentes. Por internet podrá encontrar mucha
información al respecto: Vea las referencias del final.
Las posibilidades de un huerto urbano son bastante amplias. En maceteros
mucho más pequeños planté también romero (delicioso en ensaladas),
yerbabuena (con batido de fresa o en infusión está excelente) y otras
plantas no comestibles (lavanda, crásula, echevería...). Y este año
probaré con un cultivo de invierno: en Septiembre plantaré lechugas.
También pienso construir mi shallow pool garden. ¡Suerte a todos!